Helen Gurley Brown, la gran editora de la revista Cosmopolitan, murió en un hospital en Nueva York tras una breve internación.
Brown salio de anonimato cuando escribió su libro titulado "Sex and the Single Girl" (El sexo y la chica soltera) en 1962. Inmediatamente luego de esta hazaña para la época fue contratada por Hearst Magazines para rescatar y relanzar la revista Cosmopolitan, de la cual fue su editora los 32 años siguientes.
En los años 1997, cuando renuncio a la Dirección y editorial de la revista Cosmopolitan dijo: "Era una revista fabulosa", "Me gustaría que mi legado sea, 'Creó algo que ayudó a la gente'. Mi lectora, siempre sentí, era alguien que necesitaba realizar su potencial".
Helen afirmo que su objetivo inicial era decirle a sus lectoras "cómo conseguirlo todo en la vida: dinero, reconocimiento, éxito, hombres, prestigio, autoridad, dignidad. Lo que sea que estén buscando a través del vidrio contra el cual está presionada su nariz".
En su carrera como escritora y editora introdujo frases imnovadoras para la época, tales como: "Chica Cosmo", una mujer en la onda, sexy, llena de vida e inteligente. Helen Brown y su Cosmo fueron odiadas por militantes feministas.