El nuevo Papa es el primer Latinoamericano en asumir este importante cargo religioso

El nuevo Papa es el primer Latinoamericano en asumir este importante cargo religioso. Con 76 años, Jorge Mario Bergoglio no figuraba en ningún pronóstico. Pero el arzobispo de Buenos Aires, es jesuita, y se convirtió en el pontífice número 266 de la historia.  Bergoglio fue ordenado sacerdote el 13 de diciembre de 1969. A partir de entonces hizo una larga carrera dentro de la orden de la cual llegó a ser provincial, desde 1973 hasta 1979, ya durante la Dictadura cívico-militar argentina. Estudio filosofía y teología en ambas facultades del Colegio Máximo San José. Fue maestro de novicios y profesor universitario en teología, provincial de los Jesuitas en su país y presidente de la Conferencia episcopal del 2005 al 2011.
En 2005, luego de que muriera Juan Pablo II, los máximos representantes de la Iglesia se reunieron para elegir un nuevo Papa. Como es sabido, Joseph Ratzinger, fue el elegido y acabó siendo ungido en el puesto como Benedicto XVI. Sin embargo, los candidatos fueron muchos y, entre ellos, estuvo el arzobispo de Buenos Aires, Jorge Bergoglio.
“Recemos por todo el mundo”, dijo el Papa Francisco I
El Cardenal Bergoglio se enfrentó al Gobierno argentino  por la Ley de Matrimonio entre Personas del Mismo Sexo. El 9 de julio de 2010, días antes de su aprobación, se hizo pública una nota de Bergoglio calificando como una “guerra de Dios” dicho proyecto, que contemplaba que las personas homosexuales pudieran contraer matrimonio y adoptar niños.  En la nota del cardenal primado, dirigida a las monjas carmelitas de Buenos Aires, calificaba el avance legislativo del proyecto como “una movida del Diablo” y en la que alentaba a acompañar “esta guerra de Dios” contra la posibilidad de que los homosexuales pudieran casarse. El ex presidente Néstor Kirchner criticó las presiones de la Iglesia sobre este asunto.
La presidenta Cristina Fernández de Kirchner acusó en duros términos a Bergoglio por la campaña contra el matrimonio entre personas del mismo sexo, que se debatía en el Congreso, a la que comparó con los tiempos medievales y de la Inquisición.
Después de la fumata blanca en el segundo día de cónclave, el famoso “habemus papam” (tenemos papa) se develó el nombre de Bergoglio, que tomó el nombre de Francisco I.
En sus primeras palabras, pidió a las decenas de miles de personas reunidas en la plaza de San Pedro que rezasen por él antes de dar la bendición.
“Recemos por todo el mundo”, afirmo Francisco I en idioma italiano. “Que este camino de la Iglesia que hoy comenzamos sea fructífero”, agregó entre gritos y aplausos.

Escrito por Oscar Ramirez